A diferencia de la motricidad gruesa -que tiene que ver con los cambios en la
posición del cuerpo, la capacidad para mantener el equilibrio, adquirir
agilidad, fuerza y velocidad en los movimientos- la motricidad fina se
relaciona con los movimientos de una o varias partes del cuerpo en las que se
requieren mayor precisión y coordinación.
Se cree que se inicia alrededor del año y medio y a partir
de allí se va desarrollando de manera cíclica,
es decir, se inicia con lo que el niño es capaz de realizar y se va complejizando
cada vez más. Este acrecentamiento de la
motricidad fina es decisivo en la experimentación y aprendizaje, y por lo tanto
también en el aumento de la inteligencia.
Niños de entre 1 y 3 años
Desarrollan la capacidad de manipular objetos cada vez de
manera más compleja, incluyendo la posibilidad de marcar el teléfono, tirar de
cuerdas, empujar palancas, darle vuelta a las páginas de un libro, utilizar crayones para hacer garabatos, insertar
piezas en juguetes de ensamblaje o de construcción (pueden hacer torres de
hasta 6 cubos), cerrar y abrir cajones.
Niños de 3 a 4 años
A esta edad, comienza en el colegio la etapa de preescolar y
los niños se enfrentan al manejo de los cubiertos y deben aprender a atarse los
cordones de los zapatos y a abrocharse los botones. Su control sobre el lápiz
es mayor y se demuestra al dibujar un círculo o a una persona, aunque sus
trazos son aún muy simples, empiezan a copiar las letras y recordarlas. Algunos pueden escribir sus nombres solos y otras palabras si se les dictan las letras de a una por vez. En clase, a los cuatro años, aprenderán a utilizar
las tijeras, a copiar formas geométricas y letras, y a hacer objetos con
plastilina de dos o tres partes.
A partir de los 5 años
Ya pueden trazar formas más definidas, recortar con mayor presición y pegar. Escribir con mayor agilidad copiando y algunos ya pueden escribir solos.
Demás está decir que cada niño es un individuo único que tendrá sus propios tiempos, por lo que no hay que apurarlos ni presionarlos para que logren determinadas metas en un tiempo establecido. Será suficiente estimulación acompañarlos en el proceso de aprendizaje y estar atentos a sus necesidades y demandas.