Me gusta coser, y me gusta mucho. Aprendí en mi casa, siendo chica. Crecí entre hilos y retazos tirados en el piso, el centímetro colgado al cuello y el alfiler prendido siempre en el delantal.
Mi ropa era hecha a medida, solo para mí, original, única, y tenía la marca de la dedicación y el detalle. Lo mismo con cada cosa que había en la casa, los manteles, delantales, repasadores, almohadones, toallas...
Por eso le doy mucho valor a esas cosas que se hacen a mano y con amor, como hacían la nona primero y mamá después. Y como me lo enseñaron a hacer ellas a mí.
Por eso Punto Flojo...
porque nos gusta hacer cosas lindas para nuestros hijos y para nuestra casa, y lo hacemos a mano y con la misma dedicación y amor que le ponían ellas;
porque cuando regalamos algo hecho con nuestras propias manos vale doble;
porque creemos que es saludable volver a nuestras raíces, y recuperar los valores y las costumbres de tiempos pasados;
y porque si bien hay una canción que reza "al lugar donde fuiste feliz, no debieras tratar de volver...", a mi me sigue reconfortando sentirme al lado de mi nona con cada creación.
Con mi nona. Jugando a coserle ropita
Vestidito hecho por ella. a mi muñeca.
Año 1981 Año 1986.
Valeria Paula