Hace un poquito más de un año arrancaba tímidamente Punto flojo. Nos guiaba sólo una
premisa en el corazón… hacer lo que nos gusta, lo que nos llena, lo que nos da
placer y alimenta el alma, lo que hace que cada mañana tengamos ganas de
levantarnos.
En ese camino que empezábamos a transitar nos tropezamos mucho, nos caímos y nos volvimos a levantar -y nos seguimos tropezando, pero de cada caída aprendemos algo!-.
Estuvieron antes
que nadie la familia y los amigos, que nos ayudan compartiendo nuestras publicaciones, acompañándonos a
las ferias, y siendo el soporte esencial de nuestro proyecto, alentando siempre
y tratando de colaborar en todo.
Y nuestros clientes, que gustan de nuestros productos y los consideran dignos de ser llevados a sus hogares, o regalados a sus seres queridos.
También nos cruzamos con mucha gente, la mayoría muy
generosa, de la cual fuimos aprendiendo y seguimos haciéndolo.
A todos ellos, Gracias!
Gracias por acompañarnos en este proyecto, gracias por confiar en nosotros!